La semana pasada estuvimos hablando de como un exceso de sal puede aumentar el riesgo de presión arterial elevada, el riesgo de un ataque cardíaco y el riesgo de un  derrame cerebral. Hoy continuaremos hablando de algunos métodos para disminuir el consumo de esta fuera del hogar, en el hogar y en las compras de alimentos.

 

Comer afuera

  • Pida que su comida sea preparada sin sal.
  • Algunos restaurantes (especialmente las cadenas de restaurantes) proveen información tradicional. Pida una copia.

 

Compra de alimentos

  • Usualmente los alimentos frescos como los vegetales y las carnes tienen mucho menos sal que los alimentos enlatados o procesados.
  • Los alimentos enlatados como Fréjoles y caldo de sopa pueden contener mucha sal.  Elija las versiones con “bajo en sodio” o “no sal añadida”.
  • Los alimentos procesado y comercializados como “saludables” pueden contener  mucho sodio. Lea siempre la etiqueta.
  • Los pepinillos, aceitunas y otros alimentos preservados usualmente contienen mucho sodio.

 

En el hogar

  • Reduzca la sal poco a poco, durante un par de semanas o hasta meses. Probablemente no notará la diferencia.
  • Coma frutas frescas y vegetales entre comidas en vez de papas fritas y palomitas de maíz saladas.
  • Use 1/2 cuchara de la sal cuando las recetas requieren 1 cucharada.
  • Tenga en cuenta de que algunos condimentos como el adobo, ajo, sal y pimienta limón contiene sal.
  • Haga sus propios condimentos sin sal usando orégano, albahaca, pimienta, semillas de apio, curry en polvo, pimienta roja o cualquier otra hierba y especies para añadir sabor.
  • Exprima el jugo de un limón o lima fresca en la comida antes de servirla para mejorar el sabor.
  • Muchos sustitutos de la sal contiene potasio. Si usted esta bajo medicamentos por un largo plazo o tiene enfermedad renal, hable con su doctor antes de usarlos.

 

Por ultimo, recuerde siempre que nuestro cuerpo es templo Dios y que el espíritu de Dios mora en nosotros y debemos cuidar de el. 1 corintios 3: